Combi Lift: “Lo que se ha encontrado equivale a una segunda bomba en Beirut”
¿Sobrevivió la capital a un nuevo desastre?
Luqman Salim, una víctima de la corrupción actual en el Líbano
El texto original fue publicado en MECC el 9 de febrero de 2021. Traducción y publicación por maronitas.org con la autorización expresa y petición de The Middle East Council of Churches.
La empresa alemana “Combi Lift”, a la que se le ha encargado la eliminación de productos químicos en el puerto de Beirut tras la explosión ocurrida el 4 de agosto, reveló que lo que encontró allí fue una «segunda bomba de Beirut».
“Lo que se ha encontrado equivale a una segunda bomba en Beirut”, declaró Heiko Felderhof, director general de la empresa que trabajó en el procesamiento de 52 contenedores de sustancias químicas extremadamente peligrosas que había en el puerto de Beirut.
Los medios de comunicación locales informaron de que algunos de esos 52 contenedores se habían podrido gravemente, dieron a conocer que se habían encontrado 1,000 toneladas de productos químicos en total.
“El peligro sigue ahí. Hay cinco barcos destruidos en el puerto que deben ser eliminados, y nosotros llevaremos a cabo esta misión. Debemos decir las cosas como son: lo que hemos encontrado aquí es una segunda bomba de Beirut. Nunca había visto nada parecido”, añadió.
Tras su declaración, se puede inducir que las cosas podrían haber sido peores. ¿Qué nivel de destrucción esperaba el autor? ¿De qué tamaño eran sus intenciones maliciosas?
En otro acontecimiento reciente, el activista humanitario Lokman Slim ha sido asesinado, lo que se suma al número de muertos que se encuentran bajo el aparato hegemónico y secreto que nos gobierna. Al igual que los cientos de libaneses fallecidos durante la explosión del 4 de agosto, así como a los que han sido asesinados misteriosamente a lo largo de los años, se une él a la lista de víctimas.
Es de esperar que, con la renovada insistencia estadounidense y francesa para descubrir la verdad, de formar un gobierno y ayudar al país a hacer frente a los altos niveles de corrupción, este año el país pueda embarcarse en una nueva fase. No cabe duda de que los recientes asesinatos son los actos de un sistema desesperado y en decadencia, cuya fecha de caducidad se acerca.
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