Rezar por la unidad: Una fase de un proceso de fe cultural en ciernes

El texto original fue publicado en MECC el 18 de enero de 2023. Traducción y publicación por Maronitas.org en colaboración con The Middle East Council of Churches.

Dr. Michel E. Abs

Secretario General del Consejo de Iglesias del Oriente Medio

Hoy comienza la Semana de oración por la unidad de los cristianos, que se celebra del 18 al 25 de enero. Es una semana adoptada por las Iglesias del mundo como expresión de su rechazo a la división de los cristianos y de su anhelo de unidad de espíritu, de testimonio y de función.

El Consejo se ha asociado a esta actividad, ecuménica por excelencia en sus inicios.

Ha llevado a cabo diversas tareas para que fuera un éxito. En primer lugar, está firmemente convencido de la necesidad de la unidad entre los cristianos y, en segundo lugar, ha pasado a formar parte del calendario anual de los trabajos ecuménicos.

Fue un espectáculo maravilloso ver, el pasado domingo, en la apertura anticipada de esta semana en la catedral ortodoxa de San Jorge, en una de las ciudades del Monte Líbano, cómo el mayor número de líderes eclesiásticos se reunía para celebrar y rezar juntos en el contexto de la continuidad de las actividades de la Semana de Oración por la Unidad de las Iglesias.

Además, creyentes de distintas afiliaciones eclesiásticas también asistieron y oraron juntos, lo que es un indicio de que la cultura ecuménica ya no es una mera cultura elitista, sino una tendencia adoptada por muchos creyentes de distintas regiones de Oriente Próximo que da cuenta del alcance de los trabajos del Consejo.

Vivimos la misma experiencia durante las celebraciones del Tiempo de la Creación, que se extendió desde el 1 de septiembre hasta el 4 de octubre, cuando creyentes pertenecientes a diversas iglesias se reunieron con líderes espirituales y oraron para alcanzar una conciencia compartida en la protección del medio ambiente y en la preservación del patrimonio natural que el Creador nos confió para que lo conserváramos intacto para las generaciones venideras.

Todo lo mencionado anteriormente constituye los elementos básicos de la cultura ecuménica, una cultura que se está extendiendo gradualmente por todo el mundo y se está convirtiendo en parte integrante del Programa de Fe de las Iglesias unidas tanto en espíritu como en objetivos.

En el Consejo somos propensos a adoptar estos eventos a lo largo del año para sostener la difusión de los valores y objetivos que representan. El calendario establecido para estas celebraciones representa varias etapas en las que estas actividades se intensifican. Sin embargo, esto no impide mantener actividades similares a un ritmo más lento a lo largo del año, con el fin de preservar el interés de las personas y motivarlas a seguir la lógica y los valores de ocasiones específicas, ya sea la unidad o la protección del medio ambiente.

Estas acciones conjuntas son indicadores que muestran hasta qué punto se está expandiendo la marea negra ecuménica y hasta qué punto el pensamiento y los valores ecuménicos han pasado a formar parte de la vida de grandes grupos de creyentes de todo el mundo.

Lo que se pretende con lo anterior no es ni la integración ni la fusión entre las diversas instituciones eclesiásticas ni se concibe como un obstáculo que se interponga en el mantenimiento de la diversidad cultural específica de cada una de ellas. Más bien, en lo que se centra es en que los creyentes se consideren uno en Cristo, y en que el reto de reconocer y aceptar la diferencia permanezca en el primer plano de su mirada, en contraste con el rechazo total entre creyentes que había prevalecido durante largos periodos de tiempo considerados como vergonzosos en la historia del cristianismo.

En nuestros esfuerzos nos inspiramos en los preceptos de la fe cristiana, así como en las palabras y los hechos de Cristo encarnado, como nuestro Salvador del pecado. Estas constituyen las dos piedras angulares, así como los principales peldaños para que avancemos en esta bendita dirección a pesar de los elementos indeseables remanentes en nuestra historia común.

En este contexto, no obstante, llamemos la atención sobre el hecho de que nuestro ecumenismo, basado en las premisas básicas de nuestra fe cristiana común, incluye a todos los seres humanos, a todos ellos, ya que Dios los creó a su imagen y semejanza y los nutrió con su amor y cuidado. Nuestro ecumenismo, que es cristiano en su fundamento, es un punto de partida para el diálogo, la armonía y la fraternidad entre todos los pueblos de la tierra, independientemente de sus afiliaciones específicas.

Estos son los cimientos de la paz y la estabilidad para un mañana mejor para la humanidad.

Confiamos en el Señor para que nos permita perseverar en el proceso de consolidación de esta postura que es la nuestra.

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[EN- SP] Prayer and Meditation of the Seventh Day of the "Week of Prayer for Christian Unity" 2023

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